Un reciente informe señala que el aumento en los precios de los combustibles ha llevado a una significativa reducción en la demanda, posicionando a Argentina por encima de los países vecinos en términos de costos.
El incremento en los precios en las estaciones de servicio, iniciado a finales del año pasado con la asunción de Javier Milei, ha tenido un fuerte impacto en el mercado de combustibles argentino. Según un informe de la consultora Economía & Energía, los primeros meses del año registraron una notable caída en la demanda de naftas y gasoil. Sin embargo, en mayo se observó una leve recuperación, posiblemente debido a un abaratamiento relativo de los combustibles en términos reales y a una mejora en la cosecha agrícola.
Comparado con el primer semestre de 2023, los precios de los combustibles en las estaciones de servicio fueron un 12% más altos en términos reales durante el mismo período de 2024. No obstante, es destacable que en junio estos precios estaban un 20% por debajo de los niveles registrados en enero del mismo año, lo que indica una dinámica compleja de precios en el sector.
La recomposición de precios ha colocado a Argentina en una posición destacada dentro de la región en cuanto a costos de combustibles. En julio, el precio del litro de nafta en el país alcanzó los 1,13 dólares, superando a Brasil (1,07 USD) y situándose solo por detrás de Uruguay, Chile y México. En el caso del gasoil, Argentina ocupa el segundo lugar más caro de la región, a solo 9 centavos de Uruguay.
Estos cambios se reflejan claramente en las ventas. En mayo, se registró una caída interanual del 6,6% en la venta de naftas, mientras que el gasoil experimentó un ligero aumento del 1,7%, atribuido principalmente a la mejora en la cosecha tras la sequía de 2023. Las ventas de naftas premium fueron particularmente afectadas, acumulando una disminución del 22% en lo que va de 2024 comparado con el mismo período del año anterior, lo que evidencia los desafíos que enfrenta el sector en este nuevo escenario económico.