FM-La-Perla

El 2 de diciembre se conmemora el Día de la Promulgación de la Ley de Salud Mental como un día de reflexión sobre la necesidad de adoptar, definitivamente, el modelo de salud mental con base en la comunidad, dejando de lado el paradigma manicomial, que ha tenido innumerables efectos negativos en las personas que lo padecieron.

Históricamente, el paradigma manicomial -paradigma tradicional para el abordaje de problemáticas de Salud Mental que aún persiste en las prácticas institucionales- utilizó las internaciones prolongadas y permanentes como respuesta de atención a personas con padecimiento mental. Existen personas que fueron internadas y aisladas durante  más de 10 años en un hospital psiquiátrico y/o clínica privada, por haber padecido algún sufrimiento mental, y desde entonces quedaron dentro de los muros y/o de prácticas intramuros.

De acuerdo con el Primer Censo Nacional de Personas Internadas por Motivos de Salud Mental, realizado en 2019, aún existen aproximadamente 162 de esas instituciones públicas y privadas en todo el país, con aproximadamente 12 mil personas internadas en ellas.

No solo el dispositivo de internación, sino las condiciones de habitabilidad y gestión de los espacios, generan un contexto para la instalación de prácticas violatorias de los Derechos Humanos. Este escenario se fue naturalizando con el pasar de los años y es equiparable a lo que sucede en otros ámbitos de privación de la libertad.

El paradigma manicomial ha tenido innumerables efectos nocivos para quienes han sufrido las prácticas que desde allí se establecieron. Entre los más perjudiciales se puede mencionar: el deterioro de los vínculos, el desanclaje socio-laboral de las personas internadas y con ello la profundización de la situación de pobreza e inaccesibilidad de servicios y derechos tales como el derecho a la vivienda, a ser oídos, a la libertad; la posibilidad de desarrollar vínculos íntimos y de vivir su sexualidad plenamente, la pérdida de independencia para el desarrollo de actividades cotidianas, entre otros.

Debido a estos efectos devastadores, la desmanicomialización fue concebida como “la transformación de un sistema de salud mental, para que las personas con sufrimiento mental vivan en sus comunidades y no en hospitales psiquiátricos ni en ninguna otra forma de abandono. Para que no sean alejadas de su vida social, del trabajo, del hogar, de las oportunidades, del intercambio y los riesgos” (Cohen y Natella, 1995).

En Argentina el 2 de diciembre de 2010 se sancionó la Ley Nacional de Salud Mental N°26.657 que promueve y facilita el proceso de desmanicomialización, el cual no significa, solamente, el cierre definitivo de los manicomios, sino la transformación de todas las modalidades de atención que incluya la salud mental, siempre en defensa del hospital público y la salud pública y gratuita.

Para lograr este cambio de paradigma es necesario un modelo de salud mental comunitaria, con perspectiva de inclusión, trabajando en la modificación de prácticas y modelos de atención para poder incluir la asistencia de salud mental como un servicio dentro de la atención de salud general. También, es necesaria la construcción de políticas de salud mental con presupuestos y estrategias de abordaje que apunten a brindar respuestas de salud a cada persona, garantizando la construcción de una Red que apunte a la plena inserción dentro de su comunidad.

En Catamarca, el proceso de desmanicomialización inició antes de la sanción de la Ley, promoviendo cambios en las prácticas, en busca de humanizarlas. Luego de la sanción de la Ley se profundizó el trabajo, logrando externaciones exitosas, promoviendo Casas de Medio Camino y dispositivos alternativos que actualmente se encuentran extendidos en varios puntos de la ciudad Capital. Paralelamente, se declaró el cierre del hospital psiquiátrico (servicio de crónicos) de La Merced, fortaleciendo los servicios generales y dejando un servicio de salud mental adecuado a las políticas desmanicomializantes. Además, se realizó la apertura de servicios de salud mental en otros hospitales generales y de segundo nivel en el interior provincial, con guardias activas y pasivas para la atención en urgencia de los usuarios

Desde la Secretaria de Salud Mental y Adicciones, dependiente del Ministerio de Salud de la Provincia, se propone reflexionar, pensar y escribir entre trabajadores de la salud, usuarios de servicios de salud mental, familiares, amigos y vecinos, acerca de los avances, desafíos y dificultades de la transformación de las prácticas en salud mental; y que en cada hospital, centro de salud, sanatorio y dispositivo alternativo, se habiliten espacios de reflexión y se elaboren documentos con los puntos que contribuyan a continuar planificando políticas públicas específicas para los usuarios de salud mental de la Provincia.

En este marco, el día viernes se realizó una jornada informativa en la Plaza 25 de Mayo.