El sector de Productos Regionales es uno de los espacios elegidos por los turistas y visitantes en esta Fiesta del Poncho, una ruta de sabores, aromas y texturas que invitan a recorrer Catamarca y la región a través de sus productos artesanales.
Las masas, confituras, nueces confitadas, capias y gaznates se llevan el protagonismo del salón, además de los tradicionales turrones y rosquetes, pan casero, miel de abeja y de caña, mermeladas, jaleas, dulces de frutas y dulce de leche que invitan a degustar y recorrer los pasillos para llevar al paladar una experiencia a puro sabor durante la visita.
También las pasas, frutos secos, frutas azucaradas y alfajores en sus diferentes variedades son una opción que va ganando terreno entre la demanda de los visitantes.
El sector cuenta con una variada propuesta de licores y vinos regionales que son fina y artesanalmente producidos para lograr un producto final único, al igual que los caramelos de caña, alfeñiques y tabletas; para la picada los embutidos, chacinados y quesos, además de escabeches, aceitunas y aceite de oliva, completan la oferta del pabellón.
Una opción muy interesante es la de los catamarqueños “Las manos de mi Madre”, con sus alfajores saludables elaborados con harinas sin gluten y harinas alternativas de lenteja, avena, arveja, mandioca, soja, garbanzo, quinoa y chía que ellos mismos producen en su molienda en Santa Rosa, departamento Valle Viejo.
Al mismo tiempo la variante de alfajores gourmet de “El Legado”, productores de capital elaborados con sabores cotidianos en los que podemos encontrar las opciones de fernet, kinder, ferrero y bon o bon entre los más vendidos, y los tradicionales de membrillo, higo, frutos rojos y chañar además de dulces regionales y nueces confitadas.
Concluyendo el paseo “Jusuy alimentos artesanales”, emprendimiento familiar proveniente de jujuy ofrece una variedad de conservas novedosas y dulces. Los escabeches de llama, pollo, cerdo, berenjenas pisan fuerte a la hora de elegir y los chutney de mango, chilto, maracuya y locoto, que son preparaciones agridulces para acompañar comidas, son las opciones picantes del stand.
Ubicado al final de la caminería a mano derecha, este espacio asegura una experiencia donde los sabores, aromas y texturas se llevan todo el protagonismo a lo largo del recorrido.